En una jornada marcada por la ausencia del gobernador Samuel García, la presidenta del Congreso de Nuevo León, Lorena de la Garza, realizó severas críticas a la administración estatal durante la sesión solemne del Tercer Informe de Gobierno. La falta de presencia del mandatario en un evento tan significativo ha reavivado las tensiones políticas y ha suscitado interrogantes sobre su compromiso con la rendición de cuentas.
La sesión comenzó sin el gobernador, quien no asistió al evento, lo que fue simbolizado con un asiento vacío etiquetado como “Gobernador Constitucional del Estado de Nuevo León”. Este gesto representó no solo su falta de participación, sino también una desconexión con el Legislativo y la ciudadanía, que ha expresado su frustración con la gestión actual.
Críticas contundentes de Lorena de la Garza
Durante su intervención, Lorena de la Garza cuestionó de manera directa la gestión de García, resaltando la falta de resultados tangibles y la desconexión con los problemas que enfrenta Nuevo León. “¿Cómo es posible que presuman la seguridad de Nuevo León cuando vivimos en uno de los estados más inseguros del país?” expresó la presidenta del Congreso, subrayando la contradicción entre los discursos del gobernador y la realidad que viven los ciudadanos.
De la Garza enfatizó que la inseguridad, la movilidad deficiente y la corrupción son problemas que afectan directamente a la población y no solo a la clase política. Su mensaje fue claro: la administración actual ha fallado en atender las necesidades más apremiantes de los neoleoneses, y su ausencia en el informe agrava aún más esta percepción de desconexión.
Lorena de la Garza llama a rendir cuentas
Además, la presidenta del Congreso instó a un compromiso real para abordar las problemáticas del estado, afirmando que los logros de Nuevo León son el resultado del esfuerzo colectivo y no de la gestión del gobernador. “Aquí nadie nos regaló nada. Todos nos hemos esforzado día y noche desde nuestras posiciones para sacar adelante a este gran estado”, destacó De la Garza, recordando a los presentes que los avances en la entidad han sido posibles gracias al trabajo conjunto de la sociedad y no a las decisiones del Ejecutivo.
La falta de un discurso en vivo por parte del gobernador en su Tercer Informe de Gobierno fue otro punto de crítica para De la Garza. La presidenta del Congreso expresó que la ausencia del mandatario en momentos tan significativos demuestra una falta de interés por parte del gobierno hacia las inquietudes de los ciudadanos y sus representantes. Esto podría tener consecuencias graves para la percepción pública de su gestión, especialmente en un contexto donde la rendición de cuentas es fundamental.
Expectativas y consecuencias
La sesión solemne del Tercer Informe de Gobierno se convirtió en un espacio para que los legisladores, especialmente Lorena de la Garza, expresaran su descontento con la administración de García. La presencia de dignatarios como Adrián de la Garza, alcalde de Monterrey, y Arturo Salinas, magistrado presidente del Poder Judicial, no pudo ocultar la atmósfera de incertidumbre que rodeaba el evento.
Las palabras de De la Garza resonaron entre los asistentes, quienes esperaban un análisis profundo de la situación actual del estado y de los logros de la administración. La presidenta del Congreso, al cuestionar la falta de resultados y la distancia del gobernador, no solo reclamó un cambio en la forma de gobernar, sino que también hizo un llamado a todas las fuerzas políticas para trabajar juntas por el bienestar de Nuevo León.
Un futuro incierto
La crítica de Lorena de la Garza y la ausencia del gobernador en su informe han puesto de relieve la fragilidad de la administración actual. La falta de respuesta a las inquietudes de la ciudadanía y la desconexión con el Legislativo son cuestiones que podrían tener repercusiones significativas en el futuro político de García.
Como cierre de la sesión, se espera que los representantes de los diferentes grupos legislativos planteen sus preocupaciones y demandas. Este evento no solo será crucial para entender la dirección futura de Nuevo León, sino que también representa una oportunidad para que los legisladores exijan respuestas claras y efectivas a la administración del gobernador.
