Nuevo León no quiere aceptarlo: Viene una peor sequía

La mala distribución del agua ha ocasionado que el estado entre en una nueva crisis hídrica que podría ser peor a la del 2022.


Aunque las autoridades lo nieguen, las cifras que muestra el monitoreo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) son alarmantes, pues lo que va hasta el 15 de febrero del 2023, 43 municipios de Nuevo León están en sequía, mientras que el año pasado sólo se contaban 4.

No fue hasta la segunda quincena de marzo del 2022 que se empezaron a programar y hacer los cortes de agua; sin embargo, Agua y Drenaje han informado desde noviembre que no habrían recortes, aunque la realidad es que estos empezaron desde enero junto a varias reducciones de presión y bajo la excusa de que era una estrategia para no presentar sequía.

Las lluvias no han sido de mucha ayuda, pues solamente se cuenta con 2.2 milímetros en promedio y una media de 17.1 milímetros en precipitaciones. En cuanto a las tres principales presas, La Boca está a 59.2% de capacidad, Cerro Prieto a 14.6% y El Cuchillo en 46.3%.

Otra alternativa que ha buscado el gobierno es excavar pozos; sin embargo, la extracción que se puede hacer en ellos no cubren las necesidades básicas de los ciudadanos. ¿Nos tendremos que hacer la idea de que se viene algo peor a la sequía del año pasado?

Si apenas vamos en el segundo mes del año y nuestra situación pinta de mala manera, ¿qué nos esperará para el verano? ¿Qué hay de la temporada de lluvias? ¿Esta es una mala distribución de recursos o verdaderamente se nos está agotando el agua?